Sin reinventar la rueda narrativa sobre la segregación racial, los personajes mayormente obvios se relatan de principio a fin tal cual como uno esperaría - pero gracias al espléndido y carismático trabajo del elenco es un sorpresivo goze, con orgánicos turnos cómicos y dramáticos, y lacrimógenas pero genuinas resoluciones. ¿Mejor actriz?, nah, mejores actrices: un empate entre Viola Davis y Jessica Chastain. Muy recomendable.
**** 1/2