Otra más donde Pixar se deja llevar por la melancolía y romanticismo del paso del tiempo, pero tenía que ser Cars, pues. Especialmente emotiva en sus tributos indirectos a Paul Newman, y más atinada con el humor al olvidarse de Mater y Cars 2; es un paseo cargado de energía y nostalgia, pero de mínima novedad de por sí -- lo cual es una lástima dado los carices de reinvención que ambiciona.
★★ ½