No soy superfan de este tipo de películas, honestamente -- un poquito muy irremediablemente ebria, y un poquito muy adulta para su propia edad; aunque la amistosa intimidad entre Teller y Woodley brilla en esas largas tomas. Pero de cualquier modo, el aspecto alcohólico del asunto, tan protagonista aquí, se siente apenas entendido.
** 1/2