Con un tema tan delicado como el cáncer, el debate tácito entre sus personajes sobre ver el vaso medio lleno o medio vacío puede sentirse frío e indiferente en su primera mitad, pero siguiendo los pequeños rastros inteligentemente disimulados de inseguridad y temor cortésmente reservado se llega a un muy emotivo e inevitable clímax. Más dramática que cómica, aunque en ámbos géneros su guión está bastante saludable. Entrañable reparto.
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