Cheadle actúa como el embajador para la audiencia ante una Irlanda agresiva y despreocupada, y es sólo a partir de su llegada que Gleeson, sin cambiar su actitud, adquiere más interés al conseguir un digno rival/aliado y curiosos villanos con quién batir ingenios. Con humor de y para smartasses, la torpe misión se mueve con pasos fortuitos e impredecibles que son cada vez más precisos. Buena edición y foto.
*** 1/2