Qué debut más furioso: cortopunzante, explícito, confrontacional, apasionado; pero aún así tiene sus inconsistencias de primerizo. Las actuaciones se turnan entre el plástico cliché y el genio sutil; y se toma mucho en llegar a su transición de 12 Years a Slave a Django Unchained. Sin dudas personal, pero quizás demasiado personal.
★★