Buena música que podías esperar, y Boseman que comanda y convence, pero honestamente no ofrece mucho más. Sin ser precisamente genérica o insípida, se siente demasiado exclusiva para fans de James Brown: la historia rebota de año en año aleatoriamente, redundando en lo vital que ha sido el funk en toda su vida, en vez de adentrarse en él mismo.
** 1/2