Greengrass vuelve a dar con una intensamente editada dramatización, y Hanks y Abdi consiguen roles aplaudiblemente genuinos, pero sorpresivamente no hay demasiado qué decir en cuánto a su historia. Tiene sus altas tensiones y reacciones, pero a fin de cuentas es muy apegada al procedimiento. Haber visto las noticias no ayuda mucho.
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Entretenida y reflexiva, aunque algo telenovelera. Es una accesible ventana a otra realidad vista con mucha actitud juvenil, un esforzado optimismo, y que no esconde o justifica los puntos más bajos de su sociedad; aunque sí es mucho más trabajada en superficie que en profundidades. Es una historia que se disfruta mucho más que se cranea.
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A pesar de su suprema bipolaridad, es un buen retorno a las clásicas veraniegas. Una mitad muy nublada y fría, y otra muy soleada y risueña -- no da para un equilibrio balanceado, pero sí al menos proporcional, o al menos, uno que deja que Sam Rockwell se robe la película con su genuino carisma, entre tanto dramón amoroso y familiar.
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Farhadi nuevamente construye una complicada y universal telaraña familiar, pero su narrativa le juega en contra. Las actuaciones serán legítimas y dolidas, pero después de la introducción se convierte en revelaciones tras revelaciones de personajes invisibles y sus acciones previas. Es una retrospectiva incómoda y monótona, pero bien ejecutada.
** 1/2
No es buena, realmente, pero igual se pasa bien. No le falta personalidad ni peleas, pero pierde mucho el tiempo con personajes e historias sin rumbo, y sus violentos extremos originales quedaron atrás. Cambia la sangre por las lágrimas a través de la clásica catarsis heroica, pero en este contexto tan despreocupado se siente absurdo y superfluo.
** 1/2
Urgente, deja todo lo que estés haciendo y anda al cine. Esta es una de aquéllas. Cuarón y Lubezki te envuelven en el vacío del espacio con fascinantes tomas imposibles, y Bullock brinda un frágil e iluminante calor en el frío y el silencio -- y qué trifecta más transportante: salgo de la sala y siento que debo reacondicionarme a la Tierra. Un imperativo en 3D.
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District 9 calcada. Las formas y escenas están ahí, pero sin vida, imaginación o esfuerzo -- y todo con una vergüenza creciente. Con tal de enlazar escenas de acción refritas, economiza en lógica y personalidad, y para colmo ni siquiera son escenas de acción ocularmente aceptables. Shaky cam, motion blur, luces estrobóscopicas... vaya odio hacia tus ojos.
* 1/2
Sal y pimienta, algo desbalanceadas pero con un sabor fuerte. Bullock y McCarthy están en su hábitat natural con una bravucona cadena alimenticia, pero a fin de cuentas es medio lo que esperas -- una buena ejecución del género conocido, que funciona más por carisma que por novedad. Chistes están bien. Acción podría mejorar. Un buen ratillo, y ya.
*** 1/2
Estos no son los 5 minutos antes de la destrucción de Namek -- esto es una carta de amor al legado de Toriyama: anticlimática y relajada, inocente y picarona, y muy inclusiva para todas las edades. Sin tomarse muy en serio, aporta nuevas dimensiones a los clásicos héroes gracias a su fantástico par de villanos.
**** 1/2
