Con toda su rabia embotellada y mecha corta realmente no me veía terminar con lágrimas. La premisa puede sonar fantasiosa, pero el mensaje central no podría ser más fundamental para todas las edades. Cuando fallan las palabras y todo se vuelve abrumante, hace falta algo así de terapeútico. Reparto impecable en todos sus tamaños; Bayona sigue descubriendo chicos.
★★★★ ½