Sin dudas, con su extravagante dirección artística y su extremo concepto, este es el blockbuster más bizarro en mucho tiempo. No quiere ser el nuevo Twilight -- esto es derechamente Battle Royale. Sus analogías de reality shows y sus comentarios sobre el 1% más rico de la sociedad no son muy sutiles, pero es lo suficientemente inteligente y tensa, entreteniéndote arriesgándose el pellejo. Caution: shaky cam.
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