Convencional, pero sombría y potente. No intenta profundizar en las técnicas de Ebert, o siquiera repasar sus películas favoritas, ya que prefiere contar, como lo indica, una vida. Una vida de orgullos, soledades, y vicios, redimidos por una legítima y repercusiva pasión; y como el crítico, en las buenas y en las malas, será tan emotiva y honesta como pueda ser.