Kore-eda y la deconstrucción familiar, algo hay aquí. Para verla al menos dos veces y caer en cuenta de un sinfín de detalles, pero este ritmo quizás no sea lo mejor para ello. Encantadora, genuina, y hasta impactante; es un collage que si bien rellena más de lo que narra, te da una gran sensación de apego familiar. Harto artífice, pero del bueno, y aceptando la verdad.
★★★★