Exquisita de ver y oír, lujosamente editada para fusionar realidad con ficción, y con Gyllenhaal y Taylor-Johnson brindando los dos lados de la masculinidad en el juego de presa y cazador; pero temáticamente es seca y explotativa. Una mitad no rinde tanto como la otra, y la otra tiene metáforas demasiado burdas como para convencer.
★★ ½