De una voz tan suave que no tiene urgencia ni problema palpable, y con todo tan a flor de piel que no se puede dar el lujo de tener sorpresas -- incluso, LA que tiene llega a ser literalmente muy poco pensada. Bien será una carta de amor a una comunidad inmigrante, a una ciudad, o a un período histórico; pero todo ello se queda en intenciones sin interés.
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