Afectuosa, ilusionada, pero también fría y violenta, como un repentino despertar. Un country clásico de espíritu pero moderna de lenguaje, ubicada en un punto medio entre Wuthering Heights y True Grit. Su corta duración deja una que otra cosa emocionalmente abreviada, pero sabe dar sus golpes duros con una eficiente confianza visual y actoral.
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