Dirá Ghibli pero no se lo esperen. Tendrá un arte tan exquisito como minimalista, pero esto es algo casi totalmente aparte. El que no tenga diálogo alguno le es un arma de doble filo, eso sí: en las escenas más terrenales, te permite rellenar el vacío con lógica; pero ante lo abstracto y la caracterización te exige deducirle el simbolismo... y luego lo deja atrás.
★★ ½