martes, 28 de febrero de 2012

BIJOU: Chronicle

Su edición de videocámara en mano no le deja espacio en lo absoluto al porqué o al cómo suceden las cosas, ¿pero saben qué? No importa, que los chicos aquí la pasan genial explotando cada posibilidad otorgada por sus grandes poderes; y una vez que llegan a sus grandes responsabilidades, el cambio tonal es tan extremo como emocionante. Si Cloverfield les dió mareos y jaquecas, ¡absténganse! que esto es x10.
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ADDENDUM: Las 10 mejores películas del 2011 (que vi).



Con los premios Oscars siendo dentro de unas pocas horas (desde que partí escribiendo esto -- oops, me distraje demasiado y ahora es lunes), supongo que vale la pena salirse de los bijou-márgenes y cambiar la font a un más cómodo Trebuchet para unirme elegantemente tarde a la tradición de fin de año de publicar un Top 10. Pude haberlo hecho en diciembre pasado, pero teniendo en cuenta que muchas de las películas del año pasado se demoran su buen rato en aparecer de una u otra manera aquí en el cono sur, decidí aguantarme hasta el día O, que muchas de ellas ganan interés local sólo cuando llegan en febrero tras recibir y acumular importantes nominaciones y premios durante el circuito de enero.

Para mí en general, fue un año bastante austero para el cine mainstream. Sólo un puñado de las películas por las que pagué asiento aguantaron bien el paso de los meses. Esto no significa que todas las mainstream que vi fueron horribles, sino que no fueron precisamente memorables a largo plazo (¿Vi X-Men: First Class? Okay...). Para mí, fue en el cine arte e independiente donde estuvo la verdadera garra, con material improbablemente desafiante que flotaría en tu subconsciente por todo el año. De todos modos, el 2010 sentí que fue al revés - el mainstream siendo más exitoso que el indie, así que quizás se trate de un ciclo conmigo. Quién sabe como será el 2012, aunque con Nolan, Tarantino y Cuarón a bordo, suena díficil no estar emocionado por el mainstream.

En fin, ya me estoy desbordando. Empecemos el Top 10 con el número...

#11 - Drive, de Nicolas Winding Refn.

Una mención honorífica, pues. En un año empapado en nostalgia, esta fue una de las que en comparación, más sutilmente estuvo presente. Su estética de luces de neón ochenteras pudo haberlo anunciado sus referencias a gritos, pero su narrativa y personajes extraídos del cine arte contemporáneo crearon una película que combina lo mejor de ambas eras, creando una pieza que es perfectamente atemporal. No aguantó lo suficiente como para quedarse dentro de mi Top 10, pero vamos, que su extraordinaria presentación visual y sonora y Ryan Gosling en lo que es mi interpretación favorita de este año como un heroíco Anton Chigurh hacen que siga recordando y recomendando Drive a pesar de estar consciente de sus falencias. También sirve que desde que vi la película no hay día que no tararee "A Real Hero" de College, pues.

Ok, ahora sí. El Top 10:

#10 - Puss In Boots, de Chris Miller.

Quizás hemos menospreciando a Dreamworks por demasiado tiempo. Quién sabe si toda su década pasada, con los Shark Tales, Shrek 9 Foreverz, y todo lo demás nomás haya sido sólamente un preparativo financiero para ahora: lanzar unas secuelas infinitas que asegurarían la plata, para un día hacer continuamente las películas que de verdad rivalizarían a Pixar. Aunque Puss in Boots bien puede pertenecer a Shrek, vaya que se siente como su propio producto hecho y derecho, con personajes, visuales e historias que en cuatro películas Shrek fue muy tímido en mostrar, todo celebrando el genial año que tuvo Antonio Banderas con el personaje más memorable de Dreamworks. No estoy realmente entusiasmado por Brave o la precuela de Monsters Inc., y si How To Train Your Dragon y Cars 2 son señales venideras, que Pixar entregue el trono de una vez. ¡Atentos con Rise of the Guardians!

#9 - Bill Cunningham New York, de Richard Press.

Un documental que me gusta más por su persona de estudio que por su propia producción (siendo honesto, la película agota un poco su material a la mitad, pero se recupera rápidamente). De cualquier manera, Bill inspira y motiva más allá de las facultades y fallas de cualquier realizador cinematográfico. Si te dedicas de alguna manera, sea profesionalmente o como un hobby, a alguna actividad artística o creativa, como la fotografía, moda, música, dibujo, computación, lo que sea, debes ver este documental. Cuando estés bajoneado y sin ganas de nada, el espíritu alegre y eternamente carpe diem de Bill te impulsa a levantarte y seguir adelante haciendo lo que más amas, que los grandes y constantes esfuerzos y sacrificios jamás serán en vano ni serán ignorados. Si Banksy el año pasado mostró que el arte es un negocio, Bill ahora le devuelve el amor al arte.

#8 - Winnie The Pooh, de Stephen J. Anderson y Don Hall.

Mis amigos me dan tanta bola porque me encanta el osito Pooh. Aunque entiendo su punto de vista de que es para bebés, ¿cómo voy a decirle que no? De nuevo, más que ser un año nostálgico, toda la década pasada ha sido nostálgica, excavando en nuestro baúl de los recuerdos por los juguetes y las cintas VHS de nuestra infancia en búsqueda de ideas para el cine. Y sin embargo, ¿qué tanta nostalgia se puede ganar de Transformers, Scooby Doo, Smurfs, Alvin & the Chipmunks, y este año con The Three Stooges? Todo es una actualización. Sin embargo, dos películas del 2011 se preservan tan bien como las recordamos - The Muppets, que por diseño podía ser tan nostálgica como contemporánea, y Winnie The Pooh, que todavía tiene a sus clásicos y eternos peluches en perfecto estado, ahora con dulces canciones de Zooey Deschanel y Henry Jackman. Una hora de animación completamente inofensiva, pero vaya que es un buen viaje en el tiempo. Nomás falta una nueva tal cual de Charlie Brown y renuncio de una al siglo 21.

#7 - I Saw The Devil, de Kim Ji-woon.

Vaya continuación. Del Bosque de los Cien Acres a ... esto. Seguramente no veo tanto cine como algunos presumirán, pero no dudo que varios acordaremos en que esta película es de las más sangrientas y violentas en mucho, mucho tiempo, a tal punto que hace que Kill Bill vol. 1 se sienta diet y pretenciosa (sin ofender a Q&U). Es cierto que hay puntos ciegos en su trama causados por su creciente y adictiva violencia, pero todo es perdonable en esta imperdonable venganza. No evita ni esquiva ningún golpe y te arroja todo a la cara, al mismo tiempo que te hace preguntar qué tan lejos irías por saldar cuentas, o si bien, estarías dispuesto a saldarlas si supieras a quién se la estás saldando. Con partes igualmente extremas de terror, acción, snuff, y villanos y héroes parejamente diabólicos, esta película es tan sádicamente genial que sólo puedo recomendártela si no has comido nada en las últimas 24 horas.

#6 - Senna, de Asif Kapadia.

Dicen que un buen maestro es aquél que logra que te intereses en asignaturas que originalmente no eran ni remotamente interesantes para tí. Si Asif Kapadia y Senna fuesen profesores, ya serían ganadores del Nobel. No hace falta que te guste la Fórmula 1, que este documental narra la carrera profesional del legendario piloto Ayrton Senna empleando la apasionada universalidad del lenguaje deportivo en conjunto a precisas y emocionantes ediciones del material nunca antes visto de sus competencias. Los mejores enemigos del cine de este año reviven aquí con el recuento de una de las más acaloradas rivalidades de la historia del deporte, con Alain Prost y Jean-Marie Baptiste interceptando y adelantándose al brasileño en cada curva posible, rebajándolo a un underdog aunque bien haya sido el campeón mundial. Intenso, emocionante y emotivo, es un tributo al más grande de la F1 y todos están invitados.

#5 - We Need To Talk About Kevin, de Lynne Ramsay.

No soy demasiado asiduo a las películas de terror, porque me cuesta relacionarme a sus personajes y sus temores, que suelen salirse del rango de lo verosímil con fantasmas y asesinos imposibles (aunque todo depende de su ejecución, obviamente). El caso opuesto es Kevin - él ya ha ocurrido, y es perfectamente posible de ocurrirle a cualquiera de nosotros que no esté dispuesto a aceptar sus cargos paternales a tiempo, o enfrentar las terribles consecuencias psicológicas y sociales que ellos pueden desencadenar en nosotros y ellos mismos. Con supremas interpretaciones de una sumamente frágil Swinton y un amenazantemente indiferente Miller, esta es la primera película en demasiado tiempo que me hace gritarle "¡sal de ahí, sal de ahí!" a su protagonista por todo el asco y asfixia que sus rencillas me generan.

#4 - A Separation, de Asghar Farhadi.

La película de un escritor para un escritor. Una perfecta trifecta entre un guión entramado que trasciende su país de origen y la religión, un magnífico reparto que dispara sus parlamento con peso y fuerza fidedigna, y una privada cinematografía que te invita a sumergirte en el centro del conflicto, que no fuerza los secretos y las mentiras hacia la luz, tomando todo a su tiempo. Los problemas de leyes, dinero, credo, salud, y las costumbres de la sociedad van cambiando de país en país, pero la necesidad de tener una familia para proteger a los más débiles y necesitados y asegurar su futuro es ineximible, incluso si lo que hacemos por ellos no es lo debido, y debido a ello es tan altamente internacional. Sea quien sea con quien discutas esta película tendrás garantizada una muy rica y abierta conversación, tal cual como las escritas por Farhadi.

#3 - Martha Marcy May Marlene, de Sean Durkin.

Si soy relativamente inmune a las películas de terror, quiero constatar lo siguente: esta es la primera película en mi vida adulta que me causa una pesadilla. No porque crea que soy propenso a caer en cultos horrendos (excepto Facebook... y DeviantArt), pero la cercanía y lejanía propuesta por Elizabeth Olsen es atemorizantemente verídica. Tan confiada e insegura en sus convicciones y paranoias, que por más carismático y cruel que sea John Hawkes, ella logra transformarse en su propia enemiga de lo jodida que está. Su quebrantada voluntad la engaña a aislarse de su refugio familiar, y a no poder escapar del sinsentido cultista. Con sus silenciosas huídas y sus sombras sospechosas, la película se instala en tu mente y te la corrompe cuando estás completamente solo por la noche y escuchas sonidos inexplicables a la distancia. No vayas a nadar solo.

#2 - The Adventures Of Tintin, de Steven Spielberg.

De todas las películas del año pasado, esta es sin lugar a dudas la que más fácil me es recomendar a mis amigos. Acción, aventura, 3D, basada en la serie clásica de Hergé, Spielberg, Jackson... ¡cómo decirle que no!, si es el mejor y más ambicioso proyecto del team barba desde Saving Private Ryan, reviviendo no sólo a Tintin en la consciencia popular, sino que a todas las grandes aventuras épicas de los 80 y 90 que tanto afamaron a Spielberg. Es una labor creativa innegable en todas sus áreas, desde el jazz y bebop de John Williams hasta las micro/macro transiciones editoriales de Michael Khan, y desde Andy Serkis reafirmando sus talentos en el motion capture con el Capitán Haddock, hasta Snowy (Milú) persiguiendo a los villanos por las calles inglesas con extrema gracia y agilidad animada. Con resultados tan exquisitos y detallados, el debate de que si es animación o no da lo mismo - sea lo que sea que es esto, es genial y no importa nada más. Ya se vendrá la secuela, con los roles de productor y director intercambiados. ¡Suerte a Peter Jackson!

#1 - Midnight In Paris, de Woody Allen.

Como sus caricaturas de la generación perdida, esta película para mí es como un cachorro contento de volver a verte en casa, alegre y saltarín, siempre dispuesto a entretenerte con un paseo por las calles. Su muy ingeniosa y juguetona escritura, acompañada por unos muy, muy divertidos personajes, no sólo advierte de los peligros creativos de vivir añorando el pasado, sino que a segunda vista también presenta lo que es la mejor película de ciencia ficción del 2011. En un año donde el cine mostró que el tiempo no sólo fue repetido constantemente con resultados diferentes, sino que también sirvió como monedaWoody mostró con mucho cariño a París una fantasía de viaje en el tiempo estrictamente mundana (sólo pasa... y eso), donde Owen Wilson le sacó el mayor provecho posible pasándola genial sin hacer mayores preguntas científicas; y estando con la burbujeante Allison Pill, el magnético Corey Stoll, y el rinoceronte Adrian Brody, es imposible no querer quedarse para siempre en la época dorada, aunque echemos de menos al pedante Michael Sheen. Por todos ellos, y por su grato mensaje de siempre pensar caminando hacia adelante que para allá va la corriente, Midnight in Paris me es una grata sonrisa en mi rostro de principio a fin.

¡Y estas son mis 10 (once) películas favoritas del año pasado! Aquí también les coloco las del 2010, por si tienen curiosidad, ya que en realidad partí haciendo estos bijou reviews de antes de tener este blog (y de todos modos, son perfectamente visitables independiente de su edad):


#11 - The King's Speech, de Tom Hooper.

#10 - Winter's Bone, de Debra Granik.
#9 - I Love You Phillip Morris, de Glenn Ficarra y John Requa.
#8 - Blue Valentine, de Derek Cianfrance.
#7 - Dogtooth, de Yorgos Lanthimos.
#6 - The Fighter, de David O. Russell.
#5 - Exit Through the Gift Shop, de Banksy.
#4 - Toy Story 3, de Lee Unkrich.
#3 - The Social Network, de David Fincher.
#2 - Inception, de Christopher Nolan.
#1 - How To Train Your Dragon, de Chris Sanders y Dean DeBlois.

Estén atentos para ver la contraparte a este addendum, la cara suck de la moneda. ¡Gracias por leer! ☺ (o al menos repasar todo el asunto y ver sólo las fotos).