Yo quería algo más, al menos. Linklater regresó a su estado natural de slacker; por lo que por más bien que se pase aquí, a fin de cuentas es un montón de nada. A nivel de guión son meras fiestas, momentos nostálgicos, y poco más; lo cual sorprende dada la textura y expresividad del reparto. Simplemente no pareciera partir nunca este filme.
** 1/2