Una muy potente y legítima Moore, sin dudas -- pero la película bordea un poco lo explotativo. En su versatilidad ella encuentra lo justo para retratar el dolor del Alzheimer con tanta dignidad como angustia, pero el guión se limita mucho a lo situacional, poniéndola excesivamente en un desafío tras otro. Comparado, el impacto familiar se siente algo secundario.
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