Olvídense de Avatar -- esta sí que es el Ferngully del nuevo milenio. Su personaje titular es completamente irrelevante y muy secundario, sus sermones son terriblemente hipócritas e ignorantes, y me da pena pensar en cuántos árboles se talaron para la publicidad de la película. Entre sus pros... está su alocada dirección de arte, que definitivamente entusiasmará a los más chicos. Pero eso sería.
* 1/2