Tonalmente confundida. No es una mala historia, pero no parece estar segura de a quién quiere contársela. Es divertidilla y decentemente interpretada, pero la inocencia y la añoranza infantil que desea inspirar no cuajan con lo sexual e in-your-face que trata de ser. Muy soez para la familia, y muy ligera para los amigos. Resbaladiza como la mantequilla.
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