Adorable y melancólica sobre la lejanía de la infancia a tal punto que con su primer acto te tendrá en lágrimas, pero de ahí en adelante pierde un poco su rumbo al insistir en su filosofía lúdica. Aún en este estilo hiperrealista los personajes son tan entrañables como siempre, aunque bien hasta para los estándares de Pooh ese final fue sacado de la nada.
★★★ ½