Ultra buenas intenciones, sí, pero vaya que se pierde todo con lo forzosamente cliché: esto derechamente termina en un sinsentido de lo bondadosa que pretende ser, sacándose problemas y conflictos de encima con una inverosímil e insignificante facilidad. Murray y Watts putearán a diestra y siniestra, pero esto es de lo más aséptico e inofensivo que existe.
* 1/2