Gyllenhaal se arrastra por el piso con mucha garra y un gran trabajo de maquillaje, y aún así se trata de una historia que ya te sabes de memoria a estas alturas. Será feroz en el dolor, pero ya pasado cierto punto, todo su drama se vuelve monótono y muy predecible, y agresivamente acotado a veces. Fuqua se quedó sin ganas para ser un contendiente.
** 1/2