Con los Oscars ya entregados y la temporada de premios concluída, me toca finalmente ser el último que dé mi Top 10 de películas, que si me vienen siguiendo desde el año pasado, sabrán que me aguardo hasta que la gorda cante antes de dar mi veredicto, en vista de que muchas películas se mantienen a la deriva hasta que puedan colocar que tienen X nominaciones a tal y tal premio. No es algo que me queje honestamente, en vista de que sigo muy de cerca cada paso de dichos premios y para muchos las nominaciones son un buen incentivo para que las chequen, pero naturalmente me deja en desventaja ante lo que puedo ver en un momento dado. Apenas la película se aparezca aquí en el cono sur de una u otra forma, aprovecho la oportunidad, la analizo bijoueadamente, y la converso, pues.
¿Y cómo estuvo el año 2012? ¡Bastante bueno, realmente! Cuando los que fallan son los que para muchos son estándares como Christopher Nolan o Pixar -- y honestamente, no diría que ambas fueron un desastre, sino que meros tropiezos, nomás; te hace dar cuenta claramente de lo estupendo que ha estado el año sin tanto hype protocolar entremedio. No significa que no ansíe las nuevas de directores reconocidos que se vienen con posters gigantes en el centro, pero este año fue mucho de tomar las oportunidades creativas para renovarte o presentarte, y quiénes se quedaron dormidos en los laureles pagaron las cuentas. Para la gran mayoría, pasar con el 4.0 no bastó, pero si se lo iban a sacar de todos modos, al menos iban a hacerlo con estilo.
O sea, incluso si las películas no gustaron porque tocaron temas controversiales, porque pensaron que eran aburridas, porque se sintieron mal diseñadas, porque no tenía ni pies ni cabeza, o porque se podía tratar de algo mega-pretencioso... igual todas inspiraron tremenda conversación y debate, sobre ellas mismas y su visión del mundo. Todas fueron películas con visiones diferentes y distintivas, tanto para los autores mismos como para la audiencia, y aunque no estés de acuerdo con cómo se formaron y se identificaron, serán díficiles de olvidar. Ese es el tipo de riesgo que hay que apremiar, que incluso si algunas de las que mencioné en links allí no me gustaron del todo, se rescata y admira mucho su valentía y ambición, y no puedo esperar las próximas películas de cada uno de sus directores.
Dicho esto, creo que hay que comenzar el ranking con una genial y merecida...
... mención honorífica. Aunque nunca he sido demasiado cercano al 007, puedo entender el porqué sigue vigente hasta hoy. Ha sido una fantasía magnética innegable, todas las mina del mundo con todas las minas del mundo con toda la tecnología del mundo... lo que hace especial el hecho de que en el quintuagésimo aniversario de la saga se tome una curva tan poco sensual, con tencología tan sencilla e incluso rústica, y donde la trama sea de llevar todo de vuelta a casa, más que de explorar un país euroafricano que sólo multimillonarios conocen.
Tomando en cuenta lo mucho que se paseó por el mundo Quantum of Solace y para lo poco que contó, y lo agresivo y despiadado que fue Casino Royale, en Skyfall se consigue un balance estupendo de ambas mentalidades: viajero pero nunca desorientado, y violenta pero para sorprender y no aturdir. Le da espacio a los personajes para que sean ellos mismos fuera del terno, permitiéndoles revelar sus más íntimas afiliaciones y traumas, dándole una refrescante perspectiva interna a una serie conocida por lo explosiva y sobrecarismática que llega a ser.
El que sea la mejor película de Bond o no, o si es más o menos un remake de GoldenEye, está a debate (lo que como puse, es algo siempre bienvenido), pero Bond o no, la película logra convertirse en algo más allá de lo que se tenía acostumbrado a sí misma, indagando bastante en el estado actual del mundo en el que vivimos -- es James Bond contra Wikileaks. Es una pelea díficil de aceptar siquiera cuando se nubla tanto la idea de quién es el villano, ya sea porque es él mismo por todo el caos y pánico que causó, o el gobierno al que él sirvió por transformarlo en lo que es. Tanto como en Skyfall como en el mundo real, es un mundo de tonos grises ambiciosos. Nada mal para una serie conocida por personajes como Pussy Galore y Octopussy.
Y ahora, a la lista, partiendo con...
# 10
¿Y cómo estuvo el año 2012? ¡Bastante bueno, realmente! Cuando los que fallan son los que para muchos son estándares como Christopher Nolan o Pixar -- y honestamente, no diría que ambas fueron un desastre, sino que meros tropiezos, nomás; te hace dar cuenta claramente de lo estupendo que ha estado el año sin tanto hype protocolar entremedio. No significa que no ansíe las nuevas de directores reconocidos que se vienen con posters gigantes en el centro, pero este año fue mucho de tomar las oportunidades creativas para renovarte o presentarte, y quiénes se quedaron dormidos en los laureles pagaron las cuentas. Para la gran mayoría, pasar con el 4.0 no bastó, pero si se lo iban a sacar de todos modos, al menos iban a hacerlo con estilo.
O sea, incluso si las películas no gustaron porque tocaron temas controversiales, porque pensaron que eran aburridas, porque se sintieron mal diseñadas, porque no tenía ni pies ni cabeza, o porque se podía tratar de algo mega-pretencioso... igual todas inspiraron tremenda conversación y debate, sobre ellas mismas y su visión del mundo. Todas fueron películas con visiones diferentes y distintivas, tanto para los autores mismos como para la audiencia, y aunque no estés de acuerdo con cómo se formaron y se identificaron, serán díficiles de olvidar. Ese es el tipo de riesgo que hay que apremiar, que incluso si algunas de las que mencioné en links allí no me gustaron del todo, se rescata y admira mucho su valentía y ambición, y no puedo esperar las próximas películas de cada uno de sus directores.
Dicho esto, creo que hay que comenzar el ranking con una genial y merecida...
# 11
Skyfall
dirigida por Sam Mendes
... mención honorífica. Aunque nunca he sido demasiado cercano al 007, puedo entender el porqué sigue vigente hasta hoy. Ha sido una fantasía magnética innegable, todas las mina del mundo con todas las minas del mundo con toda la tecnología del mundo... lo que hace especial el hecho de que en el quintuagésimo aniversario de la saga se tome una curva tan poco sensual, con tencología tan sencilla e incluso rústica, y donde la trama sea de llevar todo de vuelta a casa, más que de explorar un país euroafricano que sólo multimillonarios conocen.
Tomando en cuenta lo mucho que se paseó por el mundo Quantum of Solace y para lo poco que contó, y lo agresivo y despiadado que fue Casino Royale, en Skyfall se consigue un balance estupendo de ambas mentalidades: viajero pero nunca desorientado, y violenta pero para sorprender y no aturdir. Le da espacio a los personajes para que sean ellos mismos fuera del terno, permitiéndoles revelar sus más íntimas afiliaciones y traumas, dándole una refrescante perspectiva interna a una serie conocida por lo explosiva y sobrecarismática que llega a ser.
El que sea la mejor película de Bond o no, o si es más o menos un remake de GoldenEye, está a debate (lo que como puse, es algo siempre bienvenido), pero Bond o no, la película logra convertirse en algo más allá de lo que se tenía acostumbrado a sí misma, indagando bastante en el estado actual del mundo en el que vivimos -- es James Bond contra Wikileaks. Es una pelea díficil de aceptar siquiera cuando se nubla tanto la idea de quién es el villano, ya sea porque es él mismo por todo el caos y pánico que causó, o el gobierno al que él sirvió por transformarlo en lo que es. Tanto como en Skyfall como en el mundo real, es un mundo de tonos grises ambiciosos. Nada mal para una serie conocida por personajes como Pussy Galore y Octopussy.
Y ahora, a la lista, partiendo con...
# 10
Django Unchained
dirigida por Quentin Tarantino
dirigida por Quentin Tarantino
En mi generación, quizás no hay nadie más que genere más admiración por todos lados que el hombre Q, en especial ahora tras una década de sangrientas venganzas revestidas con tributos y alusiones al género. Chorros interminables de sangre, una banda sonora que patea mil culos, y díalogos selectamente construídos para personajes vivaces y provocativos son elementos esenciales de la filmografía reciente de Tarantino, pero es en este segundo remix histórico donde todo ello alcanzó un cénit en propósito y diseño, desde que decidió introducir la venganza como una conquista para sus personajes.
Hasta esta película, sus historias estaban bastante concentradas en la fantasía de la venganza que en la razón de ser, o el precio que debía pagarse por ello. La saga de Kill Bill rozaron en ambos aspectos, pero dentro de todo siempre el punto clave estaba en lo letal y precisa que era Uma Thurman con la espada -- no son malas películas, pero nadie dice "¿porqué?" aquí, o si lo dicen, es para callado o es muy obvio, como en Inglourious Basterds. Aquí se juega diferente, porque más que ser una historia de venganza, es una historia de oportunidad.
Saborizando la cruel historia del sur norteamericano, la historia trata de dar una fantasiosa razón al porqué las cosas fueron como fueron, y cómo se podría llevar a cabo una liberadora redención para Django y Broomhilda. Pero aquí los personajes son tan estudiados que cada bala es contada a mano, y cada gesticulación se mide milimétricamente, pero todo siempre con actitud y convicción. No hay un to-do list de villanos a quiénes matar. Eso es lo que le da tanta intensidad a cada explosión, tiro, grito y a cada chorro de sangre, porque has crecido con Django y el dr. King Schultz, has ido con ellos de infierno a infierno, y cada pistolazo suyo se siente justificado y merecido. Es una historia de oportunidad para ellos, pero una historia de venganza para nosotros, y vaya qué satisfactoria es. Ella vale la pena todo el infierno por el que pasamos.
# 9
Amour
dirigida por Michael Haneke
En el pasado año, si hubo una película que me ha sido díficil de recomendar a mis amigos y familiares, tiene que ser esta. Vamos, incluso logré hacer que mi prima chica viese Holy Motors, ¿pero esta película, con los pies muy bien puestos en la Tierra, es la que más aleja a la gente? Léanme bien, porque por más que recomiende la película en el futuro, no creo poder ponerlo en mejores palabras que aquí mismo: hay más en la vida que la misma muerte. Es imposible sentirse reflejado en Anna y Georges, porque si no eres ellos mismos conoces muy cercanamente a alguien que sí son ellos; y aunque ver gente morir lentamente pone triste a cualquiera, está el otro lado de la vida.
Es una historia de devoción y afecto longevo, de tener a alguien en tu último capítulo, dispuesto a preservar y defender tu dignidad e integridad con ciego cariño. O sea, es una película llamada Amor. Celebra magistralmente el mandato de "para bien y para mal", donde tras una vida de cultivado amor, las fuerzas y capacidades de ambos se ponen a prueba, pero nunca su lealtad. Más que deprimirme, me vuelve reflexivamente melancólico, porque ese es el ideal que uno se espera para sí mismo, que al final de tus días, puedas contar con la persona que ames, y viceversa. Como Anne dice, la vida es tan hermosa, llena de tantos momentos... y este es uno de ellos.
Para alguien como Haneke, conocido por su filmografía fría y analítica, es una película que sorprende a través de sus grandes sentimientos encontrados, que palpita tibio pero fuerte. Gran parte de ello viene de su excepcional trío protagónico, que ejercen un control físico y una valentía enorme para llevar a cabo roles así a su edad. La obstinación y el temple de Emmanuelle Riva, la dedicación y el temperamento de Jean-Louis Trigtignant, y la preocupación y la vigilancia de Isabelle Huppert -- todo esto le brinda suma verocidad a una historia que tanto conocemos y humanamente tememos. Pero como enseña la película, el amor, a diferencia de la vida, nunca muere.
# 8
No
dirigida por Pablo Larraín
¿Patriotismo porque soy chileno, u honestamente pienso que es la mejor película no-angloparlante del año? Bueno... un poco de la columna A y un poco de la columna B (y si siguen leyendo, se van a topar con una sorpresa), pero de cualquier modo, es una película única, no sólo por si cinematografía full-VHS Betamax, sino por las cualidades creativas de la historia, que la llevan a ser la más accesible, factual y derechamente entretenida de la trilogía de la era Pinochetista de Larraín. Y ya que estamos en eso...
No voy a negar el cinismo que hay en la audiencia de mi generación, que piensan que el cine chileno está formado por un 60% de películas sobre Pinochet. Es un tema delicado y profundo, pero también medio trillado ya. Larraín es el menos inocente de estos cargos (aunque siendo francos, Tony Manero y Post Mortem son paralelos a la era, más que nada), pero hey: si hay una película que sí o sí hay que ver sobre todo ello, debe ser esta. Aquí se forma un genial cruce generacional entre los que vivieron la dictadura y los que nacieron en años periféricos al plebiscito. La revolución y la furia embotellada por años se fusiona con una estética narrativa atractiva para los más jóvenes: no se trata de denunciar, criticar o mofar a un bando o el otro, porque la alegría, y la creatividad, son más fuertes. La esperanza por un futuro mejor es un lenguaje universal, después de todo.
Es un viaje en el tiempo finamente construído. Los saltos editoriales en el espacio tiempo, como haciendo zapping entre las oraciones, hasta Gael García Bernal como René Saavedra, publicista ex-exiliado a cargo de la campaña del No, y sí, la cinematografía anticuada que permite una fusión orgánica entre película y registro... todo para permitir que esté excelentemente enmarcado dentro del actual contexto social. Te arma una gran catarsis el repasar toda esta historia, al recordar cómo Chile derrocó a un dictador con nada más que el puro poder artificial de la publicidad; en especial con ESE tipo de publicidad. Es una historia díficil de creer viniendo de un director con una filmografía improbable de predecir. Es una mezcla perfecta de ideas.
# 7
End of Watch
dirigida por David Ayer
Recuerdo que había visto Zero Dark Thirty y The Imposter entre los días que vi esta película, y algo todavía me resonaba cuando comparaba los Bijous que hice para ambas películas y End of Watch. Destaqué que Zero Dark Thirty me parecía demasiado procedural, mientras que The Imposter, un documental, era demasiado dramático para lo que era. ¿Entonces qué quiero, pues?
Luego pensé en esta película y no puedo decir que me gusta mucho porque se trata de un tema a lo Ricitos de Oro -- "no es muy procedural, ni es muy dramática, es justo como me gusta"; porque en realidad, la película es MUY procedural. ¡Y es MUY dramática, también! Sí, End of Watch equilibra fantasía y protocolo con exclusiva destreza, usando uno para movilizar al otro, y (casi) nunca olvidando su presentación multicámaras. Cuando uno se mete tan profundamente en la cotidianidad de la vida policíaca se puede comprender perfectamente el porqué actúan como actúan, tanto como hombres uniformados como mejores amigos. Cuando la pasan bien, la pasan bien contigo, tirando tallas y hablando sobre sus vidas amorosas, y cuando están en un vecindario horriblemente peligroso, y entran en una casa para ver qué cresta está pasando allí, el suspenso y la anticipación te devora.
Son kilómetros y kilómetros de material cinematográfico editados desde cientos de puntos de vista, pero todos actuando como un microscopio, y la ya palpable amistad entre Jake Gyllenhall y Michael Peña se intensifica en una genuina hermandad. Esta película (y Chronicle, también) explota al máximo la capacidad del found footage de ponerte en los pies de los protagonistas, no como si se tratase de un tour por una casa embrujada, sino que como literalmente es. El procedimiento funciona extraordinariamente porque conoces íntimamente a estos personajes, que conocen íntimamente el procedimiento. Es tan... profesional, como película, que incluso si te lo pasas a lo fuck da police, no vas a poder negarle su humanidad, que los policías son gente también.
# 6
Luego pensé en esta película y no puedo decir que me gusta mucho porque se trata de un tema a lo Ricitos de Oro -- "no es muy procedural, ni es muy dramática, es justo como me gusta"; porque en realidad, la película es MUY procedural. ¡Y es MUY dramática, también! Sí, End of Watch equilibra fantasía y protocolo con exclusiva destreza, usando uno para movilizar al otro, y (casi) nunca olvidando su presentación multicámaras. Cuando uno se mete tan profundamente en la cotidianidad de la vida policíaca se puede comprender perfectamente el porqué actúan como actúan, tanto como hombres uniformados como mejores amigos. Cuando la pasan bien, la pasan bien contigo, tirando tallas y hablando sobre sus vidas amorosas, y cuando están en un vecindario horriblemente peligroso, y entran en una casa para ver qué cresta está pasando allí, el suspenso y la anticipación te devora.
Son kilómetros y kilómetros de material cinematográfico editados desde cientos de puntos de vista, pero todos actuando como un microscopio, y la ya palpable amistad entre Jake Gyllenhall y Michael Peña se intensifica en una genuina hermandad. Esta película (y Chronicle, también) explota al máximo la capacidad del found footage de ponerte en los pies de los protagonistas, no como si se tratase de un tour por una casa embrujada, sino que como literalmente es. El procedimiento funciona extraordinariamente porque conoces íntimamente a estos personajes, que conocen íntimamente el procedimiento. Es tan... profesional, como película, que incluso si te lo pasas a lo fuck da police, no vas a poder negarle su humanidad, que los policías son gente también.
# 6
The Avengers
dirigida por Joss Whedon
Cuando se estrenó la película y fue el taquillazo que conocemos hoy en día, la gente y los críticos en su muy mayoría coincidieron que... sí, The Avengers es awesome. Pero luego a medida que los meses pasaron y los festivales y circuitos de premios más refinados se llevaron a cabo, la conversación se transformó en "son sólo los Avengers". Muchos admitían que aunque lo pasaron bien, era una historia simple, y que se reducía mucho en más grande = mejor. Salvo para efectos visuales y sonido, nadie la consideró para nada en los premios, y lamentablemente, ahora se irá al olvido sólo como una de las películas más taquilleras de todos los tiempos.
Siempre me dió lata que pasara eso, porque hablando de riesgos, hay muy pocas películas que se arriesgaron tanto como The Avengers. Una película actuando como secuela al menos otras cuatro películas, con directores tan dispares como Kenneth Branagh y Jon Favreau, todo para concretar un universo en común -- no es algo de todos los días. Más grande = mejor, sí, también sufrí un poco con eso la primera vez que la vi... pero vamos, ¿qué otra dirección iba a tomar si no era esa misma? Un dios de otra dimensión, un soldado de otra era, un multimillonario con armor +10, y Hulk Smash. Con al menos dos de ellos juntos la acción iba atómica fuese como fuese.
Y no puedo olvidar mencionar el reparto. Wow, ese reparto. Incluso si lo adjudicamos al hecho de que son personajes de cómics muy conocidos en todo el mundo... ¿cuándo va a ser la próxima vez que todos se sepan de memoria cada personaje que actuó en la película? No es algo de decir "tipo con armadura -> Iron Man", porque ya con todas las películas que conducían a esto, un carisma heroíco iba a ser el pre-requisito para todos los involucrados. Cuando alguien que nunca ha leído un cómic de Marvel puede identificar a todos, desde el agente Coulson (never 5get) hasta Pepper Potts, es porque a pesar de tanto personaje y tanto reduccionismo, se contó una historia muy, muy bien.
# 5
The Perks of Being a Wallflower
dirigida por Stephen Chbosky
No lo diseñé así precisamente. Por coincidencia vamos a entrar a una trifecta juvenil. La primera película trata sobre la timidez, el auto-menosprecio, y los traumas latentes -- temas divertidos. Sí, inusualmente divertidos. Seas o hayas sido un wallflower o no, la película te va a contar todo sobre las ventajas del ser invisible: la dificultad en conseguir amigos, pero lo geniales que pueden llegar a ser los pocos que tienes. Énfasis en genial, porque aquí hay una triple neo-revelación actoral: ninguno de los tres son primerizos en el cine, pero tras una película así, Logan Lerman finalmente pone los pies firmemente en la constelación cinematográfica, mientras que ahora cuando pienso en Emma Watson, lo primero que no se me viene no es Hermione, sino que su muy chic pero desamparada Sam. Y ... Ezra Miller. El año pasado el tipo fue en tu peor pesadilla. Ahora es tu más mejor amigo. Apenas le he visto dos películas y ya me volví un fan gigantesco de este camaleón.
Mucho de ello se consigue gracias al trabajo de Stephen Chbosky en adaptar su propio libro a una película. No lo he leído, pero supongo que técnicamente estamos hablando de la adaptación más cristalina y descontaminada posible que se podría haber conseguido, que no debería causar conflicto entre fans.
Con tanto altibajo emocional, pudo haberse estancado en lo emo fácilmente, pero logró evitarlo olímpicamente con infinitas dosis de buena onda de parte de todo el reparto. Y hablando de lo infinito... el concepto de "sentirse infinito", como se describe sucintamente en la película, no me lo he podido quitar del todo de la cabeza. Un sentimiento de perfecta y breve harmonía, donde estás con quien quieres estar, y el mundo y todos sus problemas están tan lejos. Ya sea viajando en la parte de atrás de una camioneta con Bowie a todo volumen, o compartiendo una buena pizza con tus amigos echando la talla, el sentirse infinito no es algo de edad o actitud -- es algo de llevarse brutal con tus amigos; y cuando dije que la película sería un neo-clásico, no me refería precisamente por su humor post-Juno, sino porque es sobre tus mejores amigos. Siempre querrás sentirte infinito.
# 4
Margaret
dirigida por Kenneth Lonergan
La segunda película en nuestro ciclo juvenil lidia con la inocente testarudez y la volátil rebelión. Es una densa examinación a las causas y los fines de porqué los adolescentes son como son -- de donde sale tanta pasión y tanta rabia por la autoparticipación. Es fácil tildar a la película como inmadura por cómo actúa Anna Paquin, pero ese es el punto: ver el mundo a través de sus ojos, donde una meta que perfectamente podría ser descartada se persigue con ciega convicción porque es lo que importa más, ahora.
Pero más allá de eso, hay que destacar el cómo se formó la película: supuestamente debía lanzarse en el 2007, pero no fue sino hasta el 2011 que se llegó a un corte final satisfactorio para el director (tras varias demandas, claro). No sé qué tal habría sido la versión original, pero tras 4 años de refinamiento y añejamiento... es una espera que valió mucho la pena. Voy a reiterar lo Densa (con una d mayúscula) que fue la película, porque toca tantos temas y tantos ángulos familiares y sociales, que por más de la vieja escuela que luzca, encapsula estupendamente el sentimiento de la década, en la que el por tratar de dar con la máxima razón y la mayor seguridad posible, se cae en la paranoia y la persecución. No son tendencias nuevas, pero tras el 9/11 y lo masivo que ha sido la e-globalización en nuestra vida diaria, nuestro sentido de la vulnerabilidad ha estado más elevado que nunca.
Cuando dije que se veía tan como de televisión, no lo insinué de manera peyorativa: quería seguir sabiendo más sobre Lisa y su misión. Quería otro episodio. Quería una temporada, una serie completa, pero la película sólo trata con un capítulo de sus vidas. Aprovecha su adolescencia para perpetuar un sentimiento y una mentalidad que todos hemos tenido alguna vez. Cuando la ves actuando por su cuenta, no puedes evitar sentirte reflejado en ella, y preguntarte "porqué hice eso alguna vez". Pero como le dicen a Margaret, la vida sigue, y por ello, a pesar de enmarcar al año 2007, en realidad se transforma en un referente atemporal. Los tiempos cambian, y nosotros cambiamos con ellos, pero siempre estamos creciendo.
# 3
Moonrise Kingdom
dirigida por Wes Anderson
Primero lo primero: miren ese fotograma. Mírenlo. Ahí tienes toda tu premisa contada. En cuanto a diseño de producción, y su funcionalidad en la historia, esta película es la que se sacó el 7 más brillante y bonito de todos. Es un mundo twee de papeles tapices con animalitos y muchos papeles de caligrafía, todo cuidadosamente ordenado y posicionado, todo apuntando al tipo de comedia que tiene de niños adultos y adultos que se dejan llevar mucho por su trabajo. Incluso un simple gesto de la Social Services sacando su libretita de citaciones me saca risas de lo preparada que estaba ella. Y su música... una brillante selección musical, también: con un sencillo coro infantil, eleva el clímax estratosféricamente, convirtiéndose en un cántico ominuoso. Lástima que los Oscars no lo notaron.
Volviendo a nuestro ciclo adolescente, para concluirlo, esta película combina (no intencionalmente, claro) elementos tanto de 'Perks' como de Margaret: la inseguridad y los conflictos personales de la primera, y la inocencia y obstinación de la segunda; pero todo bajo una luz humorística y romántica. Es una isla pequeña y no hay muchos lugares donde esconderse, pero con un demonio que estos cabros van a mandar todo a la cresta. Y a lo mejor sea lo mejor para ambos, y para todos los involucrados.
Wes Anderson puede tener sus fans y detractores, con su perpetua estética de maquetita ordenada y tierna, pero de cualquier modo esta película me es un tremendo flashback a días más sencillos y despreocupados, de aventuras infantiles e inocentes en un otoño que nunca acaba, con niños que siempre están dos pasos más adelante que sus padres (léase The Adventures of Pete & Pete). Y también muy a su favor está su excepcional reparto, que aferrándose a sus doctrinas laborales tratan de entender y proteger cada uno a su manera a Sam y Suzy. Nunca abandona la idea de que es una película sobre los chicos, mientras que a la vez, todos siempre somos chicos por dentro -- esa es la llave de la perfecta nostalgia.
# 2
Le Tableau
dirigida por Jean-François Laguionie
Porque apuesto a que esta es la película que menos gente habrá visto de las que he colocado en esta lista, dedicaré parte de este segmento a describir su trama a grandes rasgos, a ver si puedo convencerlos: en una pintura, los personajes en ella están vivos, pero el cuadro no está del todo acabado. Los personajes que están terminados mantienen una cruel jerarquía sobre los que están a medio terminar y los que son bocetos, solamente. Sin embargo, el amor prohibido entre un personaje terminado y una joven a medio terminar, lo inspira a él a buscar al pintor del cuadro, para que finalmente lo complete y así acabe con esta segregación social.
¿No te convence? Ok, entonces acá va el mayor cumplido que le puedo dar a esta película: si tuviese talento y facultades, desearía con toda mi alma haber hecho o trabajado en esta película. Para quiénes no sepan, yo estudié una carrera muy relacionada a la animación y la producción audiovisual, y la tesis que hice con mis amigos fue sobre el cómo incorporar técnicas 2D y 3D en un entorno narrativo coherente y apropiado para ambos estilos productivos. Le Tableau es todo sobre ello, pulverizando nuestro intento. Su 3D es una pintura en movimiento, y su 2D es volumétrico y siempre presencial. ¡¿Y mencioné que además tiene Live Action?! Jesus.
Pero más allá de quedar boquiabierto por el qué y cómo lo hicieron, lo que más me llama es la gran riqueza de su pequeña historia: en una hora apenas, tratamos con romances prohibidos, conflictos sociales, inspiración y destrucción, y un potentísimo mensaje sobre el porqué hacemos las cosas, y cómo las cosas que hacemos reflejan algo importante sobre nosotros mismos, queramos o no -- hace de la metafísica un arte. Es una hermosa aventura de cuadros dentro de cuadros, con vibrantes colores y una memorable paleta de personajes. Hoy en día, cuando las películas animadas que más vemos suelen fundirse en un producido 3D hiperrealista pero caricaturizado, hace falta una bocanada de aire fresco como esta película. Ser muy distintiva visualmente. Tan así que ello sea lo que impulse a la historia.
# 1
Argo
dirigida por Ben Affleck
Como The Avengers, no es "sólo Argo", como se comentaba en algunos círculos de críticos. Oscar o no, no estoy seguro de cuándo volveré a ver una película que baile tan, tan bien por temas y tonos tan dispares como este thriller/comedia hollywoodense/iraní. Camina con confianza y swagger en los eventos llenos de brillantina y copas de champaña, y camina con vigilancia y cautela en las ferias iraníes llenas de gente dispuestas a cobrar venganza contra todo norteamericano. Ellos están demasiado conscientes de lo absurdo que es el plan. Es demasiado absurdo para ser cierto, pero demasiado desesperado para ser mentira, así que más vale llevarlo a cabo lo mejor posible.
Cuando da con el humor, Alan Arkin, John Goodman y Bryan Cranston (quien junto a Matthew McConaughey estuvo literalmente en todos lados) le dan la chispa necesaria para burlarse del asunto, tanto a nivel publicitario como a nivel político. Es una faceta previsiva, considerando el tipo de suspenso que viene. La película te relaja antes de tirarte al vacío, porque una vez allí no hay vuelta atrás. Es una batalla de egos por todos los frentes, Ben Affleck esperando lo mejor para los rehenes preparándolos, Scott McNairy no pudiendo aceptar lo ridículamente arriesgado que es todo esto, y el movimiento iraní, sabuesos indescansables que no guardan perdón para los traidores y los culpables. Culminando todo en esa secuencia del aeropuerto, los aplausos de la gente no se hicieron esperar, mientras exhalaba de alivio genuino tras toda la masa crítica que acababámos de pasar.
Es un trabajo elemental de narración y cine. No puede ser tan querida por el público sin haber hecho algo tan bien. Esta es la película que imagino que puede durar años y años en el repertorio popular, porque se maniobra tan diestramente y logra ser tan abierta para todos, que efectivamente puedo verla como una película familiar en el futuro. "Oye hijo, ¿quieres ver Argo? Tiene al papá de Malcolm ahí", es una pregunta que me puedo imaginar haciendo si llego a formar familia, porque enseña tan bien sobre historia y política internacional que hasta el día de hoy es vigente, mientras que mantiene un versátil flujo narrativo que te saca risas y te sube el ritmo cardíaco en geniales medidas. Es para todos y para todo momento. Apenas su tercera película, y te saca de la nada esta madurez y maestría cinematográfica. "Bennifer", Gigli, Daredevil... esto es, sin dudas, la puta definición de borrón y cuenta nueva. Felicidades, Ben.
Y eso sería mi Top 10 (once) del 2012. ¿Cómo me fue en los Oscars? 17 de 24, ¡pero le achunté al empate en Mejor Edición de Sonido! </mentiroso>
Y eso sería mi Top 10 (once) del 2012. ¿Cómo me fue en los Oscars? 17 de 24, ¡pero le achunté al empate en Mejor Edición de Sonido! </mentiroso>
Debo decir además, que con lo extensa que fue esta carrera por el Oscar -- y lo mucho que se habló de las películas en competencia, no puedo esperar a ver nuevas películas este año. Derek Cianfrance, director de Blue Valentine, regresa junto a Ryan Gosling con The Place Beyond The Pines. Los Coen regresan tras True Grit con Inside Llewyn Davis. Christopher Nolan toma asiento de productor para que Zack Snyder dirija Man of Steel. El camino hacia Avengers 2 comienza con Iron Man 3 -- y Tony Stark me dejó una deuda más o menos después de lo que fue la segunda. Y luego está Baz Luhrmann, con una de las que tuvo que haber salido el año pasado, The Great Gatsby. Hey, al menos no la tiraron a una fecha imperceptible como Gangster Squad.
Estas serían las películas que más espero. De seguro hay alguna otra por allí que desconozco u olvido ahora mismo (no, The Smurfs 2 no es una de ellas, gracias por preguntar). Pero ahora mismo me tomaré un mini break del Bijouismo, que tengo otros proyectos que atender mientras se forma el recambio de películas. Agradezco mucho a los lectores que hayan llegado hasta este punto, que si me fui en volada con el Top 10 fue porque de verdad creo que este fue un año espléndido para el cine, y este quizás sea mi ranking más personal y meticulosamente construído a la fecha.
Aunque de todos modos... queda el otro lado de la película. El suck 5. Las 5 películas más decepcionantes del año pasado. Será más breve, para no extender el odio en una verborrea inteligible. ¡Nos vemos!