Se inspira en ciertas áreas, pero no como para despegarse mucho de ser una Greatest Hits. Redmayne y su rigidísimo ballet están notables, y la música es una serena mezcla de precisión y emoción; pero la trama no ilumina ni profundiza. Se apura por ir de punto en punto biográfico siendo tan inofensiva como tierna, evitándose sutilezas.
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