Una de las más humanas películas anti-guerra del último tiempo, que no busca la potencia a través de la violencia, sino que por medio de la mera compasión, la tolerancia y el honor, sin discursos ni pretextos. Lembit Ulfsak se destaca con toda su paternidad y realismo. Su férrea y cálida disposición se colará en tí. No querrás verlo decepcionado.
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