Mejor en concepto que en guión. Una sólida, aunque no libre de dudas, progresión tecnológica que se abre a las imaginarias posibilidades; pero que se obstaculiza con sus ininteresantes personajes, prestados de una serie clon de CSI; sus visuales que no aprovechan el ojo de Pfister, y un tercer acto que cuenta con lo peor de ambas contras.
** 1/2