Un test de paciencia y silencio que es sorpresivamente más fácil de digerir que lo esperado. Con tomas como para ser postales, y su perpetua y humilde quietud de campo, granjas y bosques, la experiencia se siente tecnologícamente terapeútica incluso si va perdiendo forma narrativa a medida que va cambiando de personaje de estudio, aunque los paralelismos entre ellos son orgánicamente ingeniosos.
*** 1/2
Tantas preguntas. ¿Porqué parte como la versión dramática de Carnage y termina como la versión cultista de A Serbian Film? ¿Porqué tanto griterío y pelea que se reconcilian al corte siguente? ¿Porqué nadie quiere hablar de su pasado si tanto lo referencian? Dicen que hay películas que es mejor verlas sin tener ni una idea de lo que trata -- con sus desiguales ritmos, esta no es una de ellas. Pero aún así te atrapa.
***