Por más desordenada que sea su historia, es inintencionalmente divertida con sus extraños personajes desechables (wtf Bryan Cranston), sus sociedades marcianas sin sentido, y su villano genéricamente oscuro y sorprendentemente torpe. Gracias Andrew Stanton por el esfuerzo, ¡y las risas!, pero se te echa de menos en Pixar.
Es perfectamente bien intencionada, pero sus personajes son tan teatralmente inmóviles como son internacionales. No hacen falta persecuciones de auto con explosiones, pero un mínimo zigzageo inesperado, o algo más de bullicio, hubiera bastado para darle un poco de pulso y textura a la historia. Si Biutiful los ultradeprimió, esta es una buena y bondadosa opción. Quizás demasiado bondadosa.