Meticulosamente decadente y emocionalmente aislante. Fassbender da una gran actuación, muy íntima e irrestricta, aunque con su gélida y egoísta personalidad puede ser demasiado cruel para simpatizar, o si quiera perdonar; pero logra hacer que Mulligan, con un rol perfectamente opuesto, brille en el contraste. Excelente fotografía.
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