Impacta pero no donde más podría hacerlo. Tras una atrapante y mortífera secuencia inicial, lidia con los altibajos alcohólicos de Denzel Washington en un rol muy masculinamente vulnerable, pero la historia en sí no es nada nuevo. Se arrastra más de la cuenta, y a ratos se siente más como una propaganda anti-adicción, a pesar de que me dé mucho más fuerte con la aerofobia. John Goodman... algo extra, aquí.
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