Lo financiero no es mi taza de té, pero el magnetismo patentado de Richard Gere siempre funciona. Con mucha elasticidad moral se mueve en sus enredos familiares, legales y monetarios, y el reparto le pivotea muy bien. Quizás por ello mismo la trama donde él menos participa, la investigación de detectives, se sienta como la más 'eh' del asunto.
*** 1/2