Logra un genial realismo y alcance gracias a su fantástica edición y cinematografía: con todas sus cámaras te envuelve en 360º en torno a Gyllenhaal y Peña, y explicita todos los pormenores del procedimiento policíaco, los peligros en las calles, y en especial, su fraternidad. Sin perder su identidad, juega al policía bueno y policía malo contigo: primero te mata de risa y después de susto. Muy recomendada.
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