Es la mejor telenovela de salón que jamás se hizo. Con mucha elegancia evita caer en un dramón cebolliento con un muy bien ejecutado triángulo amoroso y enfurecedoras conspiraciones reales, todo culminando en un explosivo acto final. Entre el romance prohibido, las crueles estrategias, los personajes tan dispares y el cénit revolucionario, se logra una gran textura narrativa. Exquisitas decoraciones.
**** 1/2