miércoles, 25 de febrero de 2015

ADDENDUM: Las 5 películas más decepcionantes del 2014 (que vi).

#6 - Saint Seiya: Legend of Sanctuary, dirigida por Keiichi Sato
Cómo pasa el tiempo, no. Realmente siento que sólo ayer estaba escribiendo sobre lo genial que eran Gravity y Ernest ét Celestine, y que me estaba lanzando a un año nuevo de cine con... Lars von Trier, si pueden creerlo. Por si acaso, y como siempre ha sido, la razón de porqué estoy escribiendo este post ahora mismo y no en los días periféricos al año nuevo es porque suelo dejar el año correr hasta el día de los Oscars. No sólo es el show de cine que acapara más la atención (o sea, cuando la gente habla más de cine), sino que me sirve como un buen punto aparte, ya que una vez pasado el evento las distribuidoras hacen un mayor esfuerzo por traer más cosas de este año y menos del pasado. Así que helo aqui, 2015. Oli.

¿Qué tal estuvo este año? He escuchado las dos opiniones opuestas: que ha sido un año débil y sin vida, y que ha sido un buen año, lleno de películas estupendas. Si un 0% fuese la primera opinión y el 100% fuese la segunda, yo estaría en el... 39%, más o menos. Admito que han habido filmes buenos aquí, pero en general el promedio de calidad bajó considerablemente. Sólo un puñado apretado de películas me gustaron realmente, al mismo tiempo que hubo una competencia feroz por entrar a esta lista de las más decepcionantes. No quiero insinuar que las que me gustaron este año me gustaron menos que las del año pasado, pero siento que las verdaderamente geniales esta ocasión fueron escasas y distantes entre sí. Ni siquiera tuve una Gravity -- una película excepcional que sirviera como puerta de entrada para todas las demás cosas buenas que el año se estaba reservando: todas ellas pasaron cada una cuando quería, sin mayor preámbulo. Bien anémico casi todo.

En verdad no tengo mucho más que añadir. Las cosas malas lo fueron y con ganas. Las cosas buenas... ya las hablaremos en unos días, pero ellas no son las que nos conciernen ahora mismo. Antes de meternos en la lista, repasemos algunas que se escaparon de ser comentadas en más detalles sólo porque me da mucha lata hablar tanto de películas que no me gustaron -- hablemos de las """mejores""".

  • Siento que el chiste estaba apuntado hacia mí cuando vi Inherent Vice de Paul Thomas Anderson. Algo así como un "bueno, qué te esperabas. Es Anderson, es Pynchon...". Tengo mis cosas que me gustan aquí, pero vaya que me cuesta recomendarla. Puede que no sea para mí, pero tengo que pensar duro para dar con alguien que conozca a quién le podría gustar.
  • Ni siquiera los de Radiohead tocan "Creep" en conciertos ya. No entiendo porqué The Book of Life de Jorge Gutiérrez pensó que sería buena idea. Sí, cuando pienso en la cultura mexicana lo primero que se me viene es un grupo británico de música electro-alternativa. O sea Mumford & Sons. Pero ya veremos más chances perdidas para celebrar la cultura mexicana en este post.
  • Nadie pidió 300: Rise of an Empire de Noam Murro.
  • Ultra nadie pidió Rio 2 de Carlos Saldanha. Miren, ¿pueden dejar las cosas ser una vez y ya? 300 estaba bien por sí misma. La Rio original estaba aún mejor. Las dos eran historias cerradas y finitas, que tenían un propósito claro y cumplido dentro de sí mismas. Y vale, a lo mejor puedes decir que los espartanos no eran los únicos en 300, y que se pudo haber contado la historia paralela... pero vaya que le faltó cariño (por no decir prisa, porque vaya qué se demoran en sacarle secuela a algo más viejo que los memes -- hola, Sin City). Y Rio 2 simplemente me duele. La original contaba su historia bien y la concluía idealmente, por lo que para forzar esta secuela prácticamente hicieron que la primera fuese IRRELEVANTE. Sí, toda la película original pudo no haber existido si tan sólo se hubieran dado cuenta de cosas que ocurren en los primeros 10 minutos de la secuela. Súper satisfactorio. Y el resto es puro baile y canto, cero trama. Súper satisfactoRio 2.

    Por cierto, Rio 2 fue hecha por Blue Sky... los mismos que este año lanzan Peanuts. No sé si mi corazón esté listo para ellos. Las primeras imágenes me dicen que sí, pero mis experiencias con Blue Sky me dicen que esté alerta. Roguemos.
  • Hablando de cosas que me arruinan la infancia, Saint Seiya: Legend of Sanctuary de Keiichi Sato. Bueh. Nunca me llevé Saint Seiya a la adultez, por lo que no sé si me arruinó la infancia, precisamente. Me perdió el tiempo, eso sí. Demasiado mala para los fans, demasiado interna para los más nuevos. No sé para quién es. Pero ya hablaremos de otra película a la que mejor le calzan estos calificativos. Bonitas gráficas, eso sí.

Y bueno.

#5
A Million Ways to Die in the West
dirigida por Seth MacFarlane

Es "sólo la #5", pero siendo franco esta película, apenas la vi supe que debía irse derecho al #0 de lo peor del año. ¿Cómo no? Odié Ted y esta es mucho peor, vergonzosamente atiborrada de chistes hechos a la medida de los niños de cuarto básico que están tratando de meterse en una para mayores de 18. Chistes de caca, de sexo, de muerte, de volarse, todos contados lo más burdamente posible y sin alguna vez distraerse de este selecto catálogo, o al menos intentar hacerlo de formas novedodas: bien puede ser MacFarlane no esté usando aquì su ya refrita trifecta de Peter, Lois y Brian, pero ahora sólo está usando a Brian para pasarse dos horas dando el comentario más meta y superfluo del mundo. Si le llegara a funcionar a Brian es porque es un personaje de reparto en un episodio de 20 minutos aproximados. Dale un rol protagonista por dos horas y ve a tu paciencia morir una muerte lenta y dolorosa.

Y lo que es peor es que todavía sigo creyendo de que hay algo que rescatar en Seth. Será un tipo bastante exitoso, pero aún así siento que tiene algo que demostrar. Tiene su carisma, una buena afinidad para bailar y cantar, es un animador, sabe contar historias. Irradia tanta clase que bien podría estar en una buena película de Woody Allen o de Wes Anderson, pero al mismo tiempo está tan conectado con la gente que perfectamente podría ser un genial protagonista en una comedia romántica. Pero sin importar qué, él sigue haciendo las mismas cosas que ha hecho desde los finales de los 90s, y a pesar de lo mucho que se ha diversificado, sólo dejará que su material cambie lo más microscópicamente posible. Ya a estas alturas, y con todo el poder acumulado a lo largo de los años, eso debe ser por mera elección.

Si tuve que bajar esta película al #5 es porque -- si pueden creerlo -- vi peores cosas este año. Y también es porque, honestamente, todas esas cosas bonitas que escribí sobre MacFarlane me hicieron reconsiderar el que si 'A Million Ways' debía estar en el #0. "Igual el chiste de la sombras haciendo un blowjob no estaba mal. Y la escenita de 'llegas tarde' estuvo... aceptable. Podría ser que Neil Patrick Harris estaba más divertido aquí que en los Oscars". Sí, el año se me puso tan bodrial que terminé desarrollando un Síndrome de Estocolmo. No fue uno lo suficientemente fuerte como para evitar ponerla aquí, pero fue algo que no pude dejar de cultivar. Y me siento sucio por ello.

Ah, y este año lanza Ted 2. Vamos a dejar el tema hasta aquí por ahora, a ver si lo retomamos en unos meses.

#4
Cantinflas
dirigida por Sebastián del Amo

Qué par de años ha tenido el cine mexicano, ¿no? Primero aparece Cuarón con una de los más emocionantes y sinestésicamente envolventes filmes de todos los tiempos, y luego llega Iñárritu con ese pedazo de Birdman, un deambulante frenesí sin frenos y de esquinas durísimas que va y se lleva Mejor Película con toda la actitud del mundo. ¿Y las dos fueron fotografiadas por "Chivo" Lubezki? El tipo ha estado sencillamente monumental, fácilmente volviéndose el nuevo cinematógrafo que todos conocen por nombre y apodo. Y de paso, mencionemos a del Toro, que Pacific Rim se ha estado conviertiendo en un gran clásico de culto. Buenos tiempos, éstos.

Por lo que ahora que el cine mexicano está siendo tan celebrado alrededor del mundo, sería una buena idea hacer una película sobre uno de sus primeros pioneros: el legendario Cantinflas. Sin embargo, ello terminó siendo una oportunidad completa y vergonzosamente desperdiciada. Esto no da para ser un biopic, es derechamente una oda. No tiene nada de malo en celebrarle la vida, obra, técnicas y logros a Cantinflas, pero no olvidemos nunca que en el fondo él es un ser humano -- no un imponente e incuestionable Dios de la Comedia. Prácticamente nada le sale mal a este tipo -- y las cosas chicas que sí se le arruinan se resuelven en menos de 10 segundos para luego ser enviadas a la Papelera de Reciclaje, todo gracias al poder de su apabullante carisma y la Magia de Hollywood.

Y si querían hacer algo sencillo y ligerito sobre la vida de Cantiflas, vale. Él era un tipo gracioso, después de todo. Pero esta película, vaya forma de cagarla aquí: no tiene ni un sólo chiste bueno. Ni uno. ¿Y no que era él un hombre aplaudido internacionalmente por su muy propio estilo de humor, reconocido hasta por el mismo Charles Chaplin? De todas las cosas que aquí hicieron mal (sets telenoveleros, una edición exasperantemente invasiva, y el que no tenga personajes propiamente tales...) el tomar a uno de los hombres más entretenidos de la historia y volverlo así de fome y latero es simplemente criminal. Tanto material que se pudo haber contado de tantas formas diferentes, y aún así eligieron la forma más floja y condescendiente posible sólo para pasar un rato lo más dolorosamente inofensivo posible.

#3
Video Games: The Movie
dirigida por Jeremy Snead

Es el primer doc que pongo en estas prestigiosas listas, si pueden creerlo. ¿Pero es un doc, realmente? ¿Qué se documenta aquí? ¿La historia de los videojuegos? Wow, estoy seguro de que ese fue un tema controversial, secreto de Estado y todo. No sé cómo los realizadores se consiguieron ese leak de Wikipedia que explicita el cuándo salió la Atari 2600 al mercado, o qué significa que un recurso gráfico sea de 8, 16, 32 bits, y así. Este documental es tan iluminador como una tarea de tema libre hecha en tercero básico. De seguro al autor le fascinará su tema aunque esté disertando sólo sus puntos más básicos, los que están al alcance de todos, mientras está desesperado por lucir como un connotado experto.

Pero seamos justos: hay nombres importantes de la industria aquí. Están Shigeru Miyamoto y Reggie Fils-Aime de Nintendo, Hideo Kojima de Konami, Cliffy B de Epic, entre otros. A menos que tu tío DE VERDAD SEA NINTENDO, no creo que tú en tercero básico seas capaz de conseguir entrevistas con toda esta gente. Aún así, tengamos en cuenta que esta es una película financiada a través de Kickstarter e Indiegogo. No voy a tirarle caca a ni uno de los dos sitios, pero sí hay que decir que a fin de cuentas se trata de un proyecto humilde. Tendremos que abaratar costos y cortar esquinas si queremos dar con un producto terminado -- o bien, una audiencia.

Pero es por eso el que creo que esta película no es más que una tarea de tercero básico: consigue tantas entrevistas y comentarios de CEOs y directores creativos de compañías AAA que al final termina bajo el yugo de ellos: aquí no tenemos ni una opinión personal sobre el paisaje histórico de los videojuegos. Nada que sea remotamente crítico, controversial, o incluso constructivamente negativo. Da mucho la sensación de que es un proyecto demasiado humilde para aguantar demandas legales o la más insignificante repercusión molesta. Esto jamás pudo haber sido "La opinión de Jeremy Snead sobre los videojuegos y lo que significan para él". Así como es, siempre estuvo destinada a sólamente ser "Videojuegos", y ese título, por más malo que sea, le calza como anillo al dedo. Sin texturas, ramas o dimensiones. Flojísimo. Absolutamente nada cambia si te pusieras a leer su guión en vez de ver la película. Sería tal cual como leer una página de, como ya dije, Wikipedia.

Y sí, ese pantallazo dice "Zelda OcTarina". Ugh.

#2
Neruda
dirigida por Manuel Basoalto

Fácilmente la Something in the Air de este año. Tan vacua y carente de propósito a pesar de que sea sobre Pablo Neruda, uno de los más intrigantes chilenos del Siglo 20. Y tal como Cantinflas, habían tantos temas qué abordar sobre este hombre de palabras: su poesía, sus romances, sus viajes, sus políticas, su exilio, su muerte. Bastantes. Neruda escribió tanto como la gente ha escrito sobre cada faceta suya. Y bueno, la historia elegida aquí es sobre sus días como un senador en el Congreso, dando un discurso acusatorio sobre la Cuestión Social, cuando la mayoría de la población chilena estaba sumida en la miseria a costa de un puñado de políticos y aristócratas que vivían pudientemente. Las cosas se pusieron tan intensas que Neruda se vió obligado a abandonar el país por el bien de su libertad, por lo que se la pasaría rebotando y refugiándose entre amigos y colegas, recordando tiempos más sencillos, todo hasta que sea capaz de fugarse cruzando los Andes a caballo.

Puede ser que yo le haya inyectado demasiada emoción a ese párrafo. Al menos, mucho más de lo que Basoalto le puso a su film. Este es un lentísimo guión que básicamente pone a Neruda en el asiento de atrás y le dice que se calle a no ser que quiera recitar sus versos con una música bonita de fondo. Pablo no tiene voto aquí -- no precisamente porque no tenga otra opción porque la policía le está pisando los talones, sino más bien porque no tiene nada qué decir, nada qué opinar. No es capaz de esconderse el que todo este lío no le podría importar menos. Todo se siente tan nimio aquí que bien podrías pensar que es una película sobre un viejo cualquiera que se va de vacaciones por su cuenta al sur de Chile, pero todo lo que tiene planeado hacer es quedarse bajo techo las 24 horas del día.

¿Pero acaso todo es tan nimio como digo? Fe de erratas aquí: todo es tan nimio menos Max Corvalán como el presidente Gabriel González Videla -- esencialmente, el malo. Pero es uno tan caricaturescamente malo... y no me da la sensación de que eso haya sido una decisión intencional. En una película que está tratando de ser lo más solemne posible, este tipo llega y suena como alguien rayando un disco de vinilo. Tan forzoso y fuera de lugar que ni siquiera califica como algo tan malo que es bueno; sino algo que es tan malo que es chirriante. Pero volvamos a la nimiedad, que realmente es el mayor problema aquí: lo peor aquí es su final. Justo cuando Neruda logra cruzar los Andes la imagen se va a negro, y aparece un texto describiendo eventos futuros. Esos sucesos suenan tan interesantes que bien pudieron haber sido... su propia película -- o al menos, una escena más, como para agrandar aún más la victoria de Neruda por sobre González Videla. En conclusión, Basoalto no sólo arruinó la oportunidad que tenía para contar una historia de Neruda, sino que dejó pasar la siguiente. Un par de ceros a la izquierda.

#1
Into the Woods
dirigida por Rob Marshall

De regreso a los clásicos: las cargantes. Las que no puedo esperar a que terminen para que así pueda irme a hacer cualquier otra cosa. Es cierto que podría pararme e irme, pero no me gusta dejar las cosas a medias. Me quedo hasta el final. Ojalá esta película hubiera hecho lo mismo, porque estuvo haciendo cualquier otra cosa menos contar una historia debidamente. Sin lugar a dudas es una de los filmes más amorfos que he visto en mi vida (sin contar a Goodbye to Language 3D): la primera mitad son sólo referencias de cuentos clásicos. La segunda mitad es cualquier otra cosa. Estas mitades apenas, APENAS se conectan. Y los personajes, las mencionadas referencias de cuentos clásicos, acá están desesperados por dar con... más referencias. Sí, tienes una referencia buscando otra refencia para satisfacer otra referencia. Esto es como un Uróboros. Hasta Shrek las tenía minimizadas y mayoritariamente en el fondo, porque si no mataría toda sorpresa. Sabes bien que habrá un Lobo Feroz si hay una Caperucita Roja. Y que la gala de Cenicienta ocurrirá, también (y vaya que fue insoportable). Puedes contarles los pasos a esta película antes de que piense en tomarlos.

Pero al menos llega a tierras desconocidas en su segunda mitad. Pero no son tierras que valgan la pena recorrer, ciertamente. Esta mitad es del cine más sobre-estirado y menos deseado que he visto en años. A esas alturas ya no había más que contar, con todos los protagonistas llegando a un final feliz. ¿Aunque... lo era, en realidad? Se ponen a pensar en eso por mucho, mucho más de la cuenta, todo mientras están pasando cosas más urgentes y cataclísmicas en el fondo. Pero a ellos eso no les podría importar menos, lo único que tienen en la mente son sus propios problemas -- hasta hay una canción que se trata de los personajes culpándose unos a otros por todos los problemas ocurridos en la película. Qué grato.

¿Qué era lo que estaba manteniéndola tan ocupada, que no pudo concentrarse en mantener una forma sólida? El canto. Es un musical, sí, pero se pasan la película entera sin darle a una sóla vocal su propia nota musical y tono. Sí, comete el mismo error que Les Misérables... pero mucho, mucho, por la cresta, mucho peor. Es cierto que no tenemos a un Russell Crowe aquí sintiéndose fuera de lugar, pero todos acá te aplastan con una interminable cascada de canciones. Puede que tengan las voces más dulces del mundo, pero sin un solitario, brevito momento para recuperar el aliento te será una exponencialmente agotadora experiencia.

Y esta película dura y dura por dos horas. DOS HORAS, así cantando. Increíble. Y para colmo... todas estas canciones son mediocres. No son malas (bueno, salvo por el equivalente Broadway-niano de "Blurred Lines" de Robin Thicke), sólo son... pasables. Pero estas canciones se mezclan unas dentro de las otras alrededor suyo porque no paran de llegar y porque todas suenan igual. No tienes ni un segundo para reflexionar en qué fue lo que te cantaron o recordar su melodía -- incluso, ya para cuando se acaba todo, ni te vas a acordar de cuándo fue que alguien cantó cierta canción. Sí. Y esto fue hecho por Rob Marshall... quien hizo Chicago, una de las más frescas, luminosas, jazzientas, y finamente sincronizadas películas de los últimos tiempos, la que de verdad capitalizó en la resurrección de los musicales a comienzos de los 2000s.

Es cierto que este filme tiene virtudes que superan por lejos a todas los demás aquí mencionados... pero es fácilmente el mayor retroceso creativo que he vi el año pasado. La mayor decepción que tuve.


Y esas son las cinco más decepcionantes que vi este año. Lo peor de todo es que "decepcionante" y "mala" se fueron entremezclando tanto que, como vieron, al final tuve que desbancar a mi #0 original para hacer cabida a la siguiente película que mencionaré. 'A Million Ways' e Into the Woods serán en conjunto cuatro horas que no recuperaré, sí... pero esto es sin dudas peor. A la que nos queda le di el mismo rating que a Movie 43, aunque no sea un ataque terrorista tan públicamente masivo como ella. No, ésta es es más bien una conspiración de asesinato. Es algo que la mayoría puede evitar... pero yo no.

Vamos, la #0. La sin valor.

#0
Hunter x Hunter: The Last Mission
dirigida por Keiichiro Kawaguchi
¿Así que así va a ser? Después de todos estos años, ¿me dejas así con esto encima y  te marchas de nuevo? No. No. Eso ya lo he vivido antes, ahora te va a tocar a tí. Eso de irte por tanto tiempo sin avisarme sólo para volver como si nada había pasado. A lo mejor ahora vuelve mañana, o la próxima semana, o el próximo mes, pensaba yo. Te fui tan fiel que empecé a negociar conmigo mismo sobre tí. Me preocupé tanto que tuve que aprender a forzarme una sonrisa para poder esconder el dolor. Pero ahora va a ser tu turno. Si ESTO es lo que piensas de mí, perfecto, piensa eso. Pero asegúrate que sea la última cosa que pensarás de mí por el resto de tu vida porque no voy a volver, así que reza para que los buenos recuerdos no vengan a atormentarte.
 - Andrés Rodríguez, interpretado por Keira Knightley.

Sigh. Ya no puedo seguir haciendo esto. Y eso que es mi segunda vez apenas, pero por la cresta que esta vez estuvo todo mal. Esta fue una terrible, incompetente, vanidosa, insoportable, mala vez. ¿Y porqué me hago pasar por esto, se preguntan? Porque pucha que me gusta Hunter x Hunter. Pero ya dije el porqué la amo tanto cuando escribí sobre lo atroz que fue Phantom Rouge el año pasado. Ahora, no puedo ser así de simpático. Voy a tener que dar el siguiente paso. Voy a tener que divorciarme.

Aunque realmente, incluso si quisiera darle otra oportunidad más, no importaría. El animé remake de esta serie ya terminó (y en una muy buena nota, vale decir), así que no hay interés en mantener a la franquicia vigente audiovisualmente sin su base mínima. Por otro lado, el manga sigue... o mejor, seguría, pero ha estado congelada por más o menos un año a estas alturas. Y la nueva historia que está abordando es poco más que un anexo extra: todos los personajes originales ya habían resuelto sus problemas y se habían despedido. Seguí leyendo, pero igual "supe" que ya no había más que contar. Me da lo mismo esta pausa, que de verdad no estoy ni ahí con esta nueva aventura.

Dicho eso, de ser esta la última película que tendremos de Hunter x Hunter... por Dios. Qué mierda. Es tan distante de todo lo que Hunter x Hunter significó alguna vez: optimismo, compañía y honestidad en medio de la crueldad, la corrupción y la inmisericordia -- y no estoy hablando de situaciones de villanos semanales olvidables, estoy hablando de situaciones que lidian con tráfico humano, genocidio, armas de destrucción masiva, tortura, entre otros temas así de espeluznantes. Pero aún así, esta película se esmera tanto en... blah, lo primero. Un villano semanal olvidable que recita letras de Linkin Park para aumentar su 666_0sKuRiDaD_666. Son un chiste. Hasta el más mierda de los villanos de la Hunter x Hunter original tenía una legítima sed de sangre, acechando sin pudor a los más débiles ni siquiera para tener algún tipo de ventaja sobre ellos o los demás, sino sólo para escucharlos sufrir, detallando profundamente lo mucho que torturarían a su presa y lo mucho que corporalmente disfrutarían cada segundo de su dolor. Pero estos tipos... no, ellos funcionan en "odio", no más. Un odio no especificado ni con algún objetivo en mente. Es tan boludo como suena y hace menos sentido de lo que crees.

Y si el concepto de "odio" como una fuente de poder te suena estúpido, entonces... ¿qué te parece la continuidad de esta película? Jamás había visto un descuido tan grosero por ella como aquí. Escenas potencialmente entretenidas ocurren fuera de pantalla, y múltiples personajes aparecen en lugares totalmente imposibles para ellos. Ya para el tercer acto vas a estar aclimatado a tanta locura, nada te será demasiado. Y puede ser que esté sonando como si esta fuera algo tan imbécil que es la raja, pero no se equivoquen: no hay nada para nadie aquí. Los viejos fans como yo van a ser imperdonables con su adherencia a los clichés y su forma de ignorar lo previamente establecido. Los nuevos fans van a estar shockeados ante lo mala que es, ante todos estos personajes que no tienen nada que hacer, que son tan fomes como un feriado en fin de semana, sin algo nuevo o inteligente que ofrecer. Para quién fue hecha esta película, jamás lo sabré.

Pero a partir de ahora, puedo dejar de preocuparme por eso. No más.


En fin. Éstas fueron las peores que vi el año pasado, y como dije, hubo competencia feroz aquí. Incluso la última película que vi, Goodbye to Language 3D, tenía algo que decir al respecto, pero la dejé pasar en vista de que era medio incategorizable -- como enojarse por un protector de pantalla, o algo así. No hacía mucho sentido, pero al menos es súper abandonable si no es lo tuyo. Aún no entiendo como Aurora ganó el premio de la audiencia en el SANFIC teniendo a Whiplash presente. No me habrá gustado The Fault in Our Stars, pero los cabros hacían química igual, y "Boom Clap" es bien buena. Tantas más que pudieron haberse metido en otros años... pero ya. Quitémonos este mal sabor de boca. Sólo queda lo mejor del año, mi Top 10 (once) del 2014.

Por ahora, sólo les diré que esa fue la lista más díficil que he tenido que armar. Allá les explico el porqué. ¡Nos vemos!