Tiernamente agridulce y con una relajada alegría de vivir, aunque pierde fuerza con el tiempo. Sin dudas es una premisa excelente para Woody (algo relativamente autobiográfica, quizás), y la puesta en escena está de ensueño; pero se rellena con escenas de mera curiosidad que no conducen a mucho. Una nominación al Óscar para Stewart no está lejos.
*** 1/2