Intencionalmente desagradable, pero aún así atrayente. Interpretaciones tan sólidas como bipolares que rayarían en el estereotipo de Hollywood si no fuese por el hipnotizante morbo de Cronenberg. Puede que sea un microcosmo predeciblemente sensacionalista, y que todos aquí estén jodidos de la cabeza, pero positivamente te serán díficiles de olvidar.
*** 1/2