Lo bipolar es lo nuevo hipster, parece. Con una cinematografía tan idilíca para un estilo de vida tan adorable y deseable (ni tan rico, ni tan pobre, con pegas muy creativas que dejan mucho tiempo libre para pasatiempos irónicos), ¿para qué llorar tanto por problemas del primer mundo? El temperamento de Williams se siente artificial, pero Rogen es más cálido siendo la persona más normal de la cuadra.
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