Te agarra firme pero eventualmente te deja ir. Es un voyerismo atrapante y engañoso con una genial introducción, pero con la rutina sus sospresas y giros van sintiéndose cada vez más amortiguados e inverosímiles. Zigzagea entre la realidad y la ficción, pero ello funciona tanto como no: Hace del chisme más jugoso, o te hace perder el tiempo.
*** 1/2