Como el desodorante Secret, es lo suficientemente fuerte como para el hombre, pero hecho para la mujer. Omar Sy se destaca con su personalidad frontal e irreverente y te saca risas honestas con su humor callejero anti-ortodoxo, mientras que François Cluzet demuestra un inmenso control físico en su rol tetraplégico, y de ambos emerge un dulce bromance, sin ser realmente empalagoso.
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