Bien ubicada entre The Social Network y Birdman, y dialogada con una inmisericorde intensidad que rinde un feroz provecho de sus actores, aunque termina agotando un poco: es demasiado enfadada con todo. Virtualmente no hay momentos de pausa y digestión. Tanta bilis podría entumecer, pero su ritmo evita sea como sea toda monotonía.
*** 1/2