Telefilm para los fans. Con sus paseos entre la fantasía y la realidad, y sus guiños a los psychos, es más una caricatura histórica que una introspección o un estudio creativo -- Hopkins y Mirren se camuflan bien, pero a la película le pides constantemente un poco más de ambición, que algo tan icónico podría merecer algo más que una hojeada.
** 1/2