Ante todo, es un logro de ambición. Nolan no sólo da con sus visuales más singulares e impresionantes, sino que consigue alcanzar esa cercanía emocional que tan esquiva le ha sido -- esto en gran medida gracias al genial McConaughey. Incluso si los personajes se tropiezan con lo metafísico, el viaje, las ideas, y la música de Zimmer te lo compensarán.
**** 1/2