Lanthimos, como Keoghan aquí, siempre se siente en casa destruyendo familias de formas terribles. Perversa y enigmática en esta era del cuestionamiento a la ciencia; es una propuesta que bien puede ser díficil de tragar, pero esta es una pesadilla: carente de lógica, pero así perfora tu mente. Dicho eso, esta inexpresividad actoral arriesga el caer en la monotonía.
★★★★