martes, 17 de julio de 2012

BIJOU: Silent House

Mejora sin reparar la rueda uruguaya: la fotografía es más cálida, la arquitectura de la casa permite un tránsito más fluído con mejores composiciones, los personajes son más identificables aquí (Olsen prueba que 'Marcy May' no fue casualidad), e incluso la trama hace algo más de sentido ahora; pero no sale mucho de sus márgenes, y vuelve a atacar con ruidos de madera vieja y poltergeists obvios. Un paso al costado, medianamente hacia adelante.
** 1/2