Huppert da una tremenda interpretación llena de agilidad, gracia, resistencia y pragmatismo, pero es un filme algo vago de temas. Como estudio del cómo lidiar con la depresión, es bien ideal: concentrarse en el ahora, nada más. Sin embargo, es esta mentalidad tan objetiva la vuelve cada vez más vacua: sin conflicto, no hay mayor enganche, pues.
***