Mucho más funcional que autoral, pero es un recuento placentero a fin de cuentas. Con personalidades en constante fricción individual y ambición colectiva, se reviven los dramas internos al son de un armónico catálogo que incluso reafina "Big Girls Don't Cry"; aunque rebotando de hit en hit, sea sin mayores estudios creativos o personales.
*** 1/2