Cae víctima de sus propias ambiciones. Tiene tantas historias que abordar, todas igualmente legítimas, pero no profundiza en ninguna, y sus temas se sienten raspados, o unidimensionales en el mejor de los casos. Gugu Mbatha-Raw, los sets y el vestuario están por sobre su propio filme, aunque sea como sea, de por sí no tienen mucha novedad o particularidad.
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