Aún con su material nunca antes visto/oído se va mucho a lo Behind the Music (drama y dolor por sobre cualquier otra cosa), pero sea como sea hace un potente trabajo contextualizando sus canciones (ya de por sí brillantemente agridulces), y explicitando lo carroñero y miserable que puede ser la industria pop, incluso con sus más talentosas y vulnerables figuras.
****